Sistema de raciones de hidratos de carbono:
Para el control de la diabetes infantil tipo 1 se ha elaborado un sistema de raciones para facilitar el control de los hidratos de carbono.
Este sistema es el resultado del trabajo y consenso de diferentes médicos y equipos, suficientemente representativos, con el objetivo de conseguir un sistema unificad de referencia, aceptado por todos, de manera semejante a otros países, de modo que sirva de base para cualquier publicación dietética y para que todos los diabéticos de todas las comunidades y ciudades españolas dispongan de dietas, más o menos personalizadas, elaboradas con un sistema único y homologado que eviten confusiones.
Este sistema es el resultado del trabajo y consenso de diferentes médicos y equipos, suficientemente representativos, con el objetivo de conseguir un sistema unificad de referencia, aceptado por todos, de manera semejante a otros países, de modo que sirva de base para cualquier publicación dietética y para que todos los diabéticos de todas las comunidades y ciudades españolas dispongan de dietas, más o menos personalizadas, elaboradas con un sistema único y homologado que eviten confusiones.
El presente sistema ha sido auspiciado y aprobado por la Sociedad Española de Diabetes, por la Federación Española de Asociaciones de Educadores de Diabetes y por la Sección de Endocrinología Pediátrica de la Sociedad Española de Pediatría.
Se trata de un sistema de equivalencias para organizar de manera sencilla las comidas y meriendas diarias. De gran ayuda para los papás de los niños con diabetes infantil tipo 1.
Cada niño necesitará según su edad y peso una serie de raciones diarias repartidas en el desayuno, la merienda de por la mañana, la comida, la merienda de por la tarde y la cena, e incluso la recena, como es necesario en la mayoría de los casos.
Partimos de que cada 10 gramos de hidratos de carbono son 1 unidad de hidratos de carbono, con nuestro pediatra endocrino o nuestra educadora en diabetología calcularemos el número de R.H.C. que necesita nuestro hijo y como se han de repartir en cada comida.
Un ejemplo: 10 gramos de macarrones sería una R.H.C.
El cálculo de las raciones se realiza siempre con alimentos pesados en crudo, libres de desperdicios: piel, cáscara, semillas, espinas o huesos por eso sería de gran importancia tomar como referencia en un vaso, cuchara, cucharon, plato… su volumen ya cocinado, para que el niño con diabetes tipo 1 comparta la comida familiar sin tener que hacer algo especial para él. Más adelante hablaremos de diferentes sistemas que están en el mercado para facilitarnos esta tarea.
Una vez tenemos calculada la cantidad que le corresponde de hidratos de carbono, complementaremos su comida con la cantidad de proteínas que correspondan a su edad como si de un niño no diabético se tratara. Aunque paradójico nos encontramos que se ha dado vuelta a la tortilla, aunque siendo la proteína igual de importante que siempre hasta el debut como diabético, de lo que nos hemos vuelto totalmente dependientes es de los hidratos de carbono. Tenemos que tener en cuenta, que un niño no diabético según la cantidad de hidratos de carbono que tome su cuerpo fabricará en cada momento la insulina necesaria, mientras que en el niño con diabetes tipo 1, la insulina se la suministramos nosotros. Si le pusiéramos la insulina que tenemos pautada por nuestro médico pero no le diéramos en las comidas los hidratos correspondientes que tenemos pautados como R.H.C. se produciría una hipoglucemia, bajaría de tal forma la glucosa en sangre que el niño se encontraría mal. En otra entrada hablaremos de las consecuencias de las hipoglucemias.
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