La insulina

El primer contacto con la insulina:

Cuando estas con tu hija en el hospital los primeros días tras su debut con diabetes infantil tipo 1, todo te parece un mundo, aunque no hay como echar un ojo a otras habitaciones, como digo yo siempre, para darte cuenta de que hay cosas mucho peores.

El caso es que pensar en inyectar a tu niña constantemente con lo pequeña que es te resulta difícil de asumir y te entran temores de todo tipo. Pondré bien la inyección, pondré la cantidad adecuada, en el lugar adecuado. Eso como mínimo, porque lo más difícil sería ¿me atreveré, seré capaz yo de hacer esto?

Y sí, somos capaces, porque por nuestros hijos nos convertimos en lo que haga falta, en payaso que los hace reir, en profesor que les ayuda con los deberes, en cocinero que les pone comidas sanas y atractivas y porque no, en enfermera que pone insulinas y mide glucemias para que esté sana y fuerte con un buen control de su diabetes tipo 1.

Podéis estar  todos tranquilos ya que el pinchazo en si, es lo más fácil de  todo y aunque dan mucha pena, los niños enseguida se acostumbran y como le dice Martina a todos los que se quedan sorprendidos ¡ Es que soy diabética!

Desde el principio os enseñaran las zonas adecuadas para realizar los pinchazos, de hecho existen hasta pequeños muñequitos con las zonas marcadas. Es importante que estas zonas se roten continuamente para evitar que las zonas se enquisten y la insulina no entre bien y consecuentemente no haga efecto.

Las principales zonas son: los brazos, la barriga, los muslos y la parte superior del culete.

En cuanto a la insulina, existen diferentes tipos según lo que los niños necesiten pero habitualmente vienen en envases en forma de bolígrafo, ya cargados que se desechan cada veinte o treinta días o una vez finalizado. Las agujas son muy finitas y cortitas y de muy fácil colocación y en el otro extremo tienen una ruedecita con un marcador donde seleccionamos el número de unidades que le debemos de poner.

De verdad que poner la insulina es muy sencillo y eso lo digo yo, que tanto mi marido como yo  le ponemos las insulinas desde el principio sin problema pero que no hemos conseguido que nadie en la familia quiera hacerlo, incluso si hay que hacerle una glucemia y nosotros no estamos se encargan sus hermanos de nueve y diez años. Pero de verdad que es una cuestión de comprender que lo tienes que hacer y nada más.  Una vez que se tiene asumido que tu hijo tiene diabetes infantil tipo 1 sólo queda centrarse para conseguir tenerla bajo control siguiendo las pautas del médico.