Los compañeros de clase de los niños diabéticos

Como ven a Martina sus compañeros de clase

Desde el primer día la profesora Galia y nosotros decidimos que tanto las glucemias como las inyecciones de insulina se pondrían en clase, lo mismo se haría si tuviera que comer algo. Que los controles que su diabetes infantil tipo 1 implicaran no afectaría para que ella realizara en todo lo posible las mismas actividades que sus compañeros.

Martina y sus veinticuatro compañeros entran nuevos en el cole, todos juegan y trabajan en las mismas condiciones. ¡Se lo pasan pipa!

Desde el principio están acostumbrados a que la mamá de Martina entre en clase varias veces todos los días, lo ven natural.

Cuando a las diez y media hay que hacerle una glucemia, los que están cerca miran y los demás siguen jugando o trabajando, procuramos no interrumpir lo menos posible. Preguntan porque se le pincha el dedito y Martina contesta “porque soy daibetica” (ahora ya ha aprendido a decir bien diabetes tipo 1)

Después de la glucemia toma su merienda dentro de clase, y al principio había niños que preguntaban porque no esperaba al recreo, otros pedían la suya y alguno trataba disimuladamente de comerse las galletas de Martina.

Ahora ya todos saben que Martina tiene que comerse su merienda a su hora y que no la puede compartir y además que no puede comer nada en ningún otro momento de lo que tengan ellos.

Antes de la comida, a las doce y media, cuando llego a clase, están todos lavándose las manos para ir a comer. Cada día algunos se acercan a ver como se hace la glucemia y cuando saco la insulina para pincharla, siempre me cuentan como ellos fueron muy valientes cuando un día su médico le puso una vacuna y no lloró o lloró muy poquito y le dieron caramelos por ser bueno. Martina les dice “yo no puedo tomar chuches porque tengo diabetes”

A estas alturas del curso, el control de la diabetes tipo 1 de Martina es para todos ellos muy rutinario, no les llama la atención, saben explicar que Martina tiene diabetes y que le pasa cuando se pone malita.

Con total seguridad serán un gran apoyo para Martina a lo largo de los cursos si en algún momento tiene una hipoglucemia y lo más importante es que todo lo ven con naturalidad.

En el desarrollo de las actividades diarias es una más con sus momentos de risas y de enfados entre ellos.

Como son niños de tres años nunca hubo que profundizar más en las explicaciones. Tiene diabetes tipo 1 y solo puede comer cuando la mamá o la profe lo diga. Le pinchamos en el dedo para controlar su glucosa. Necesita pincharse insulina porque tiene diabetes. Y les debe de parecer respuesta suficiente porque no suelen preguntar mucho más.

Martina es una más entre sus compañeros y todos ellos a pesar de tener sólo tres o cuatro años son muy responsables y conscientes de las necesidades que la diabetes tipo 1 le suponen.

Y casi se me olvida agradecer a los papás que teniendo en cuenta que Martina no puede tomar chuches, en los cumples las sustituyen por otro tipo de detallitos como unas pinturas, una plastilina, un cuento… De esta manera los cumples son más sanos para todos y los niños están encantados.

¡La clase de Martina es genial! Ojalá todos los niños con diabetes tipo 1 puedan disfrutar de su día a día en el cole tanto como ella y reciban un gran apoyo de sus profes y de sus compañeros, de esta manera no se sentirán diferentes.