Como explicarles a los niños que tienen diabetes
Aunque nos parezca imposible los niños tienen una capacidad de asumir las cosas muy superior a la que tenemos los adultos. Por tanto es importante que adaptándonos a la edad de los niños tratemos de explicarles las cosas como son y en este momento nos corresponde explicarles que tienen una enfermedad llamada diabetes infantil tipo 1 y que hay muchos otros niños que la tienen también..
En el caso de la diabetes tipo 1, que es una enfermedad crónica que le va a acompañar el resto de su vida (como digo siempre, hasta que no se le encuentre solución que seguro llegará) es inútil que tratemos de disfrazarla contándole cosas que no son reales, sobre todo porque esta enfermedad viene acompañada de un tratamiento compuesto por pinchazos de glucemias y de insulinas.
A Martina desde el primer día le dijimos que nos teníamos que quedar en el hospital unos días porque los médicos habían encontrado que tenía diabetes tipo 1, que por eso se encontraba tan cansada, tenía tanta sed y se le escapaba el pipi, que era algo que llevaba muy mal, porque ella se sentía mayor para que le pasara eso.
Enseguida empezó a decir “tengo diabetes” y “soy diabética”, que al principio le costaba pronunciar.
También asumió rápidamente las mediciones de glucosa en el dedo, ese pequeño pinchacito que hacía que saliera una gotita de sangre para poner en aquel aparatito que sus papas y las enfermeras llamaban medidor o glucómetro.
En esos días que pasamos en el hospital le explicamos lo importante que era para el control de su diabetes tipo 1 que comiera todo lo que le dábamos, esto le costó bastante más entenderlo que lo de los pinchazos porque era muy mala comedora, e incluso más que el no poder comer chuches.
De que comiera todo ya nos encargábamos nosotros, con mucho esfuerzo pero ella tenía que entender que no podía aceptar nada que le diera de comer un amiguito ya fuera un dulce o cualquier otra cosa, que lo que no le daban sus papas o las profes de la guarde no podía cogerlo, en realidad esto debíamos aprenderlo también todos los papas, pues a veces nos encontramos en el parque dándole la merienda a nuestros hijos y se nos acerca un amiguito y pide una galleta o incluso se la ofrecemos nosotros y damos por hecho que la puede tomar.
Es algo que yo he aprendido hace mucho tiempo porque cuando mi hija de nueve años tenía dos le diagnosticaron una grave alergia a los frutos secos, y casi todo en este mundo tiene trazas de frutos secos (exagero un poco, pero de verdad nos os podéis ni imaginar la cantidad de cosas que si las llevan). A partir de ese día a todos los niños antes de ofrecerles o darles algo los mando a junto de sus papas a preguntar si pueden tomarlo.
Poco a poco fue entendiendo que pasa cuando tienes diabetes tipo 1 y aprendiendo a decir “no” cuando le ofrecen un caramelo o alguna otra cosa.
En otra entrada trataré de cómo explicarles a sus compañeros de clase todo esto. Os sorprenderá a todos lo responsables que son con las enfermedades y los problemas de los demás, son pequeños hombrecitos y mujercitas.
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