No todas las agujas para las plumas de insulina son iguales

No todas las agujas para las plumas de insulina son iguales

A la mayoría de los niños con diabetes tipo 1 se les administra la insulina a través de las plumas o bolígrafos precargados, en los cuales mecánicamente se establece el número de unidades de insulina que tenemos pautadas por el médico.

Otra forma de administrar la insulina a los niños con diabetes infantil es por medio de una bomba difusora, en la actualidad en España pocos niños utilizan este sistema, sobre todo entre los más pequeños.

Existen unas agujas especiales para los bolígrafos de insulina utilizados para su administración en niños con diabetes tipo 1. Se trata de una aguja pequeña que está protegida por un envoltorio médico de papel, que sirve para conservar su esterilidad, y por dos capuchones (tapones protectores); uno directamente sobre la aguja y el otro fuera.

Este último tiene una doble función protege y facilita la aplicación/cambio de la aguja y garantiza la esterilidad y la integridad de la misma.

De hecho, para extraer la aguja del primer capuchón, antes hay que fijarla a la pluma mediante el otro extremo de la aguja. De esta manera se reduce considerablemente el rozamiento de la aguja con el envoltorio en el momento de enroscarla. Evita que se desprendan fragmentos del tapón de goma del cartucho en el interior y hace que la inyección se administre al niño con diabetes tipo 1 de forma más segura, ya que impide la contaminación de la insulina del cartucho.

La mayoría de las agujas son compatibles con todas las marcas de plumas de insulina.

Para los bolígrafos de insulina existen diferentes modelos de insulina, a continuación explicaremos sus diferencias para poder elegir las más apropiadas para los niños que tienen diabetes infantil tipo 1.

Para que la insulina se absorba correctamente debe inyectarse en el tejido subcutáneo.

Para tener la certeza de haber puesto la inyección correctamente, es importante utilizar una aguja que tenga la longitud y el diámetro adecuados.

La longitud adecuada para administrar la inyección en el punto exacto llegando bien al tejido subcutáneo en el niño con diabetes infantil.

La longitud de la aguja influye en la profundidad de la inyección, no en el dolor que provoca. Si la aguja es demasiado corta se corre el riesgo de administrar una inyección superficial.

La longitud de la aguja está indicada en mm. Es recomendable dejarse aconsejar por el médico en su elección para evitar una administración incorrecta de la inyección en el niño con diabetes infantil.

Generalmente las agujas cortas, de 5 o 6 mm.se utilizan para los niños, habiéndolas hasta de 12mm. Si la aguja es demasiado corta se corre el riesgo de efectuar una inyección superficial no pasando de la piel y si es demasiado larga se alcanza una profundidad excesiva llegando al musculo. Esto explica la importancia de su elección para la administración de la insulina en el niño con diabetes infantil tipo 1.

Existen diferentes tamaños de diámetro de aguja. La unidad para medir el diámetro es el calibre (G). Cuanto más alto sea el calibre, más pequeño es el diámetro de la aguja.

Las medidas disponibles son desde 32 G=0,23mm a 29G=0,33mm

Las agujas más finas presentan las paredes externas reducidas mientras que el inerior tiene el mismo grosor que las agujas de un diámetro mayor.

Un diámetro adecuado consigue que se provoque menos dolor. El diámetro de la aguja influye en la percepción del dolor en el momento de la inyección en el niño con diabetes infantil.

De hecho, una aguja con un espesor reducido consigue penetrar más fácilmente en la piel. ¡Esto explica porque se notan menos molestias cuando se utiliza una aguja fina!

Para los niños con diabetes tipo 1 se recomienda una aguja de diámetro 32G-0,23mm o 32G-0,25mm.