La sonrisa de los niños con diabetes
Todos los niños del mundo tienen el derecho y la necesidad de ser felices. A muchos por unas cosas o por otras la vida le presenta retos difíciles que les hacen fuertes para conseguir que nunca nada les impida sonreír.
Realmente los niños son capaces de superar sus dificultades para disfrutar al máximo cada día de su vida. Martina con su diabetes tipo 1 puede sonreír en cada gesto, en cada mirada, con cada pequeño detalle a pesar de que con tan solo cuatro años le pinchemos sus deditos un montón de veces para sacar esa gotita de sangre que en bastantes ocasiones indica que tiene que recibir una inyección de insulina y a pesar de todo, apretando los dientes un segundo enseguida vuelve a aparecer esa sonrisa que ilumina su cara.
Aun siendo muy pequeños los niños con diabetes infantil son capaces de asumir su enfermedad y el tratamiento que esta conlleva levantándose cada mañana con enormes ganas de disfrutar de ese día y sin permitir que nada relacionado con su diabetes infantil le estropee el día.
Sonríe
aunque tenga que madrugar porque le corresponde ponerse su insulina,
aunque tenga que parar de jugar para tomarse su merienda,
aunque vea marcharse a sus compañeros a hacer deporte y se tenga que quedar en el aula porque tiene su glucosa alta,
aunque te pregunte ¿Cuándo sea una mamá como tú seguiré teniendo diabetes?
y tú le contestes. Si cariño tendrás diabetes pero serás toda una experta, ¿qué te parece?
Con una gran sonrisa contesta “me parece fatal”
Sonríe, sonríe, sonríe…. Porque ante todo en la vida hay que tratar de ser feliz y de paso con esa gran sonrisa hacer feliz a los demás.
¿Qué parte de nuestro bienestar se debe a la felicidad que los niños que nos rodean son capaces de transmitirnos?
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