Niños del mundo unidos por la diabetes

Al correo me llego esta carta que quiero compartir con todos vosotros, animaros a compartir vuestra historia. Unidos nuestro niños se harán más fuertes. 

     Hola Marta:

                Investigando sobre este padecimiento que aqueja a nuestras pequeñas encontré tu blog, te felicito por él y comparto el deseo de querer saber todo al respecto. Mi pequeña Ximena de 7 años, acaba de ser diagnosticada en mayo de este año de DM tipo 1 y aunque ha sido un duro golpe para todos, estamos en pie de lucha y dispuestos a buscar las mejores alternativas para que mi hija lleve su vida lo más normal posible.
 

               Aunque nos separa todo un oceano, (vivimos en México) les deseo a Martina y a ti (y a toda la familia que está alrededor), que tengan la fuerza para luchar cada día, y por el bien de todos nuestros pequeños, Dios querrá que pronto haya una cura para la DM.


             Un abrazo con afecto para la pequeña Martina y para ti.

Muchas gracias Rosa Isela, lo mismo para vosotros.
Lo más importante para el bienestar de nuestros niños diabéticos, es que los papás estemos concienciados de tres cosas:
En primer lugar, que se trata de una enfermedad que necesita un control las 24 horas del día, que no podemos bajar la guardia porque un día tengamos mucho trabajo, estemos de fiesta o de vacaciones. El seguimiento de su control y tratamiento debemos hacerlo todos los días sin descanso, sin despistes porque pasarán factura a su salud del mañana pero sí se pueden hacer excepciones porque se las merecen, siempre y cuando sean controladas, equilibrando su alimentación con las unidades de insulina.
En segundo lugar, que si estamos muy involucrados, si tenemos mucho interés en aprender y formarnos intensamente sobre la diabetes tipo 1 podremos ayudar mejor a nuestros hijos y nos sentiremos más seguros a la hora de hacerlo.
Por último, que sin olvidarnos que la diabetes es una enfermedad muy seria que condicionará el día a día de nuestros niños durante toda su vida, tenemos la suerte de que es una enfermedad con tratamiento, que las investigaciones son constantes y los pasos en la mejora de la calidad de vida avanzan de forma considerable.
Teniendo estas cosas claras y sin lamentaciones, nuestros niños creceran felices y llenos de salud sin sentirse especialmente diferentes a los demás, a pesar de que desde un primer momento la diabetes parece venir acompañada de un importante don de responsabilidad, incluso en niños muy pequeños (los adolescentes se revelan más) que los hace ser conscientes de la enfermedad que sufren y de lo que implica su tratamiento, aceptándolo de forma magestuosa.
Un saludo desde España, estamos en contacto.
Marta.