La diabetes tipo 1 es una enfermedad silenciosa y traicionera, a pesar de seguir un tratamiento con insulina, hacer deporte y controlar las raciones de hidratos de carbono con el mayor mimo y cuidado es inevitable sufrir alteraciones en los niveles de glucosa de los niños con diabetes, sobre todo los más pequeños.
Los niveles bajos de glucosa que producen hipoglucemias provocan un daño inmediato de considerable importancia si no se pone remedio a tiempo. La cuestión está en que con un poco de conocimiento esta situación se identifica fácilmente y resulta sencillo solucionarlo. Mientras que los niveles altos de glucosa que producen hiperglucemia tienen unos síntomas menos claros y como no producen dolor corremos el riesgo de no darle mucha importancia, no siendo conscientes de que el cuerpo tiene memoria y registra todas estas subidas en los niveles de glucosa.
Teniendo en cuenta que el niño con diabetes tipo 1 será diabético toda su vida tiene muchos,
muchos años para ir acumulando estas subidas.
Sin un buen control la diabetes tipo 1 con el paso del tiempo puede provocar problemas de corazón o cardiovasculares, problemas en los riñones, daño a los nervios, problemas en la piel y graves infecciones, lesiones en los ojos hasta llegar a la ceguera, problemas digestivos, problemas sexuales tanto en hombres como en mujeres, lesiones en los dientes y en las encías…
Con nuestros cuidados y apoyo nuestros niños con diabetes pueden tener una larga vida saludable, preocupémonos por sus hiperglucemias, tratemos de corregirlas y mantener sus niveles lo más cerca de la estabilidad lo máximo posible.
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