Cuando a un niño portador de bomba de insulina le sube la glucosa sin explicación aparente, debemos poner un bolo extra de insulina de acuerdo a las pautas que el equipo médico nos ha indicado. Si a pesar de las unidades de insulina extra, la glucosa no baja o sigue en aumento debemos comprobar que el equipo de infusión se encuentra en buen estado, para ello retiramos el reservorio y comprobamos que no tiene burbujas. Si las tuviera, desconectamos el catéter de la cánula, con unos golpecitos sobre el reservorio enviamos las burbujas a la parte de arriba, introducimos de nuevo el reservorio en la bomba y emitimos un bolo extra de varias unidades, asegurandose de que esta desconectado de la cánula, manteniendo la bomba con la salida del tubito hacia arriba para que lo primero que se expulse sea la burbuja de aire.
Puede ser que lo que esté fallando sea la cánula, bien porque el catéter no esté bien insertado en la cánula, debemos escuchar un click cuando se cierra el taponcito provocando que la insulina se salga por fuera, podemos darnos cuenta de ello por el olor o la humedad en el esparadrapo, aunque para ello habrá que esperar varias horas con la consecuente subida de glucosa; o bien porque la cánula se haya acodado, doblandose el pequeño tubito que queda en el interior del cuerpo impidiendo que pase la insulina o que pase muy poca. Esto no se puede apreciar a simple vista de forma que sí vemos que no se corrigen los niveles de glucosa con las unidades extra de insulina procederemos a cambiar la cánula.
Una vez corregido el problema técnico que provoco la subida de glucosa, aplicaremos un nuevo bolo si el nivel de glucosa sigue elevado y repetiremos el control en un par de horas. Si el motivo de la subida está subsanado el nivel volverá a estabilizarse.
Les dejo un libro que a mí me ayudó mucho http://www.librosdeauno.com.ar/la-diabetes-mellitus-como-enfermedad-sistemica.html
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