Desde que mi hija mediana viajó por primera vez en avión portando una inyección de adrenalina para su alergia a los frutos seco, me sorprendió la facilidad con la que pasamos el control sin ninguna clase de preguntas sobre lo que llevábamos y para que era. En mi opinión solicitar el informe médico sería una buena y mínima medida de control que deberíamos aceptar con naturalidad por la seguridad general de todos los que vamos en ese vuelo.
Cuando empezamos a viajar portando no solo la inyección de adrenalina sino también los boligrafos de
insulina y el glucagón de nuestra hija pequeña Martina, nuestro asombro iba en aumento porque en ningún momento nos hicieron ni el más mínimo comentario a nuestra pequeña farmacia portatil guardada en el equipaje de mano.
La semana pasada hemos viajado a Paris. Llevábamos en nuestro equipaje de mano:
1 inyección de adrenalina
1 inyección de glucagón
5 boligrafos de insulina novorapid
1 boligrafo de insulina levemir
3 zumos
1 botella de agua
3 yogures bebibles
Todo ello productos en principio "no permitidos" en el acceso al control de seguridad y además por primera vez Martina llevaba su BOMBA DE INSULINA.
Ciertamente ibamos un poco preocupado y aunque el vuelo salía a una hora muy intempestiva (las seis y media de la mañana) decidimos llegar pronto por si teníamos algún problema.
Sorprendentemente se preocuparon, creo que exceso, de que nos quitaramos el calzado pero pasaron totalmente por alto que llevaramos un arsenal en inyecciones, bebibles y bomba de insulina.
Al regreso en Paris me preguntaron por los zumos que llevaba en el bolso y Martina que iba sin jersey llevando a la vista la bomba de insulina le pidieron que se la quitara, pensando que se trataba de un telefono o consola pero al explicarles que era una bomba de insulina le pasaron un pequeño detector.
Creo que si no se la hubieran visto hubiera pasado sin más, de nuevo no hicieron ningún control sobre las inyecciones.
Se produce un sentimiento contradictorio por una parte que las enfermedades de los niños no supongan un problema para viajar da tranquilidad y normalidad a sus vidas pero por otra parte como podemos estar tranquilos y seguros durante el vuelo si no hacen un control exhaustivo sobre este tipo de cosas.
¿Cuales son los criterios para determinar que somos unas buenas personas y portamos todo eso porque nuestras hijas lo necesitan?
En cualquier caso si tenéis que hacer un viaje en avión y vuestro hijo tiene diabetes os recomiendo paséis antes por la consulta del doctor para que os prepare un informe (en castellano e inglés si váis al extranjero) explicando su enfermedad y todo lo que debe llevar durante el vuelo incluido los hidratos de carbono
Ir con tranquilidad y la seguridad de que os tienen que permitir llevar todo en el equipaje de mano ( de hecho la insulina no puede ir en las maletas facturadas ya que podrían congelarse en las bodegas del avión)
Si tienen bomba de insulina no se la tienen que desconectar ni apagar en ningún momento del vuelo, ni al pasar el control ni durante el viaje, ni si quiera en el despegue y el aterrizaje.
historia interesante
ResponderEliminar¡Hola! Mi hermanita tiene 13 años y ayer cumplió 2 años con diabetes tipo 1. Estamos de vacaciones en una Isla hermosa y ella quiere ir a un parque de diversiones, pero no estoy segura si para ella es bueno tanta adrenalina, no se como funciona eso en su cuerpo. ¿Tú sabrás algo? Gracias de ante mano, un beso grande.
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